jueves, 29 de abril de 2010

Lunes



La noche carente de razón y abundante ensoñación comenzaba en medio de un silencio ensordecedor, silencio lleno de ruido mental habitando en cada una de las cabezas participantes de aquella reunión, cuyo comienzo fue la luz divagando entre sombríos pensamientos aclarados en el transcurrir de los lunes desoladores; de repente irrumpiendo aquel ensordecedor silencio he inducida por cuerpos pensantes ansiosos por soñar, canta la reja de entrada al recinto paradisiaco, soñadores tradicionales se ven cruzando el tenebroso portón, aquel portón también lo atravesaban misteriosos seres, uno de ellos robo fácilmente mi atención queriendo de inmediato encontrar salida de ese laberinto mental ajeno a mi "Minos" interno. Sin embargo no bastaba con un solo lunes para encontrar salidas, quizás basta con una semana de lunes eternos o un lunes continuado por seis días sin laberintos enfrascados entre pensamientos extranjeros.
Decido entonces afrontar el laberinto lanzando palabras significantes buscando una respuesta no muy distante de ese laberinto cautivante.